miércoles, 21 de diciembre de 2016

C) SIGNIFICADO HUMANO DE LA PEREGRINACIÓN A SANTIAGO DE COMPOSTELA

SEGUNDO PÉREZ - TRIBUNA
Significado humano de la peregrinación

Tomado de:  http://www.abc.es/espana/galicia/abci-significado-humano-peregrinacion-201611131110_noticia.html

Podemos decir que nuestra Catedral está siendo como la capilla penitencial de Europa

13/11/2016 11:10h - Actualizado: 13/11/2016
11:26h.Guardado en: España Galicia
Hacer una valoración de las diversas facetas del Año Jubilar de la Misericordia, desde esta ciudad de Santiago y habiendo acogido a multitud de peregrinos en su catedral, en este día en el que ya se ha superado ampliamente el número de peregrinos del Año Santo Compostelano de 2010, podemos decir que nuestra Catedral está siendo como la capilla penitencial de Europa. Hay hombres y mujeres que, siguiendo la llamada del Papa Francisco, han renovado su vida interior, han recobrado la alegría de la fe y vuelven a su vida ordinaria dispuestos a ser testigos de la Misericordia en sus familias y ambientes.

Más allá de las fuentes de la gracia sacramental a la que tantas personas han acudido, tenemos como constancia de la búsqueda, de la comunicación de experiencias, en la pregunta por la verdad y la felicidad donde la persona expresa su ser peregrino y su vida como un camino y a veces duro reto para encontrar nuevas metas y propuestas para «seguir en camino» en las diversas facetas de la vida.

El significado religioso de la peregrinación no es un añadido externo a la búsqueda antropológica, sino una búsqueda de lo absoluto, es decir de Dios. El hombre es peregrino no solo porque su vida es dinámica y pregunta continua, contraria a todo inmovilismo y, aunque sea inconscientemente manifiesta el sentido profundo de su vida desde sus orígenes hasta la última meta.

En este sentido la persona es un ser religioso, incluso antes de pertenecer a esta o aquella fe o creencia, porque nadie renuncia a preguntarse por sí mismo y proyectar luz sobre el misterio de su vida, buscando la verdad y el bien que satisface y sacia el alma. Sobre este terreno, independientemente y antes de cualquier confesión religiosa, es donde fe y agnosticismo, y mismo ateísmo, pueden encontrarse y estrechar la mano, diríamos encontrarse y dialogar. Así lo entendió el Cardenal Martín: «La verdadera diferencia no está entre creyentes o no creyentes, si entre pensantes y no pensantes».

En cada hombre y mujer está inscrita una sed de verdad, podríamos decir una peregrinación interior que le lleva, de vez en cuando, a abrirse para preguntar por sí mismo, por la verdad, hacia dónde estoy caminando, etc. En estas cuestiones aparece el dinamismo religioso de la vida, como un río subterráneo y profundo que siempre nos acompaña. Provenimos de una realidad que nos supera y que no puede cerrarse en el horizonte terreno y material, ya que el ser humano es un camino abierto hacia una prospectiva más grande, hacia una realidad infinita que lo habita y que reflorece dentro de sí mismo bajo una forma de inquietud y de nostalgia de una meta infinita pero no imposible.
Es verdad que en la sociedad del progreso y del consumo puede que, sin quererlo, seamos traicionados y absorbidos por la ilusión de algunos paraísos artificiales, apagándose, al menos temporalmente el deseo de «ver» a Dios.
En este año de gracia, el Papa Francisco, nos ha invitado a permanecer en este camino de búsqueda y, de alguna forma, abrirnos al encuentro con Dios a través de los hermanos, especialmente los pobres. La fe, en definitiva, nace de este viaje de luz que introduce en la existencia humana como una «ventana de cara a Dios», que le lleva a descubrir que Dios mismo se ha puesto en camino hacia el hombre para liberarlo. Y el ser humano, visitado por el amor hecho carne le confiesa como fundamento y plenitud de la propia existencia.
El Papa Francisco nos ha querido descubrir, a los hombres y mujeres hoy, que en el rostro misericordioso de Cristo, Muerto y resucitado, encontramos nuestra verdadera imagen, ¡ojalá! la podamos entregar generosamente al mundo de hoy.

Segundo Pérez es deán de la Catedral de Santiago

A) ¿POR QUÉ PEREGRINAMOS A SANTIAGO DE COMPOSTELA?

     El santuario más cercano a los Evangelios que tiene la devoción católica del Nuevo Mundo es el sepulcro donde reposan los restos del apóstol Santiago el Mayor desde el siglo IX, en la Catedral de Santiago de Compostela localizada en la ciudad española del mismo nombre, capital de la comunidad autónoma de Galicia. 

     Justamente, los caminos recorridos por el apóstol Santiago predicando el Evangelio en la Hispania (hoy España y Portugal), son los que marcan las actuales peregrinaciones y lo han sido desde las primeras romerías medievales. 

     Una ruta propicia para ahondar en reflexión interior y espiritual; compartir con humildad y sacrificio cada jornada, el descanso, los alimentos y el testimonio con lugareños, religiosos y peregrinos de todo el mundo en cada albergue y monasterio; un espacio para la ofrenda o gratitud superadas las vicisitudes. Son muy diversas en cada ser las motivaciones y necesidades del alma. 

     Nosotros caminaremos por la infinita gracia de Dios que guió y sigue iluminando a quienes han restablecido y monitorean mi salud; para que la salud de la familia entera, la de nuestras amistades y conocidos, esté siempre preservada por ese mismo don divino; para evocar durante el sendero en oración a nuestros padres, madres, hermanos, hermana, sobrina y demás seres queridos llamados al universo de la eternidad. 

     También nos motivan lazos históricos y culturales muy fuertes entre nuestra tierra natal en Colombia y España. Para tan solo citar dos sucesos posteriores al descubrimiento de América: 

1. El matritense Pedro de Heredia no solamente fundó a Cartagena de Indias en el año 1533, también fue gobernador de la Nueva Andalucía que entonces comprendía las provincias de Antioquia, Tolima, Neiva, parte del Chocó y todo el litoral marítimo desde las costas del Golfo de Urabá hasta el río Magdalena (Delgado, C. “Historias y Leyendas de Cartagena I. Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1972); 

2. Los restos mortales del catalán Pedro Claver Corberó descansan desde el año 1654 en el altar mayor de la iglesia jesuítica de San Pedro Claver en Cartagena de Indias. Como misionero y sacerdote jesuita español fue un esclavo para alivianar el sufrimiento de los negros bozales africanos llevados como esclavos al puerto negrero de la ciudad. Beatificado por el papa Pío IX y proclamado santo por el papa León XIII, quien durante su canonización afirmó: “Pedro Claver es el santo que más me ha impresionado después de la vida de Cristo”. 

     Justamente, en este maravilloso santuario de San Pedro Claver en Cartagena de Indias comenzará nuestra ruta jacobea el día 21 de marzo de 2017 hacia España, proseguirá con una visita a la Catedral de San Salvador de Oviedo en el Principado de Asturias para luego tomar el Camino Santiago Francés o Camino Real desde la municipalidad de León (Castilla y León), 320 km aproximadamente, hasta Santiago de Compostela. 

Os invitamos, 


 DIANA y FERNANDO

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